Testigos presenciales informaron que las ballenas comenzaron a  llegar a la playa de Yoff ayer, y hoy suman 82, de las que decenas han  muerto
Más de ochenta ballenas han quedado varadas hoy en la playa de Yoff, poblado  de pescadores cercano a Dakar, la capital de Senegal, provocando la atracción de  muchos curiosos frente a un fenómeno que se produce a menudo, esta vez en gran  número.
Testigos presenciales informaron que las ballenas comenzaron a  llegar a la playa de Yoff ayer, y hoy suman 82, de las que decenas han  muerto.
A la playa de Diamaguene -otra localidad cercana a Dakar- también  han llegado algunos de estos mamíferos marinos varados, señaló Jean Goepp,  coordinador de los proyectos de la organización ecologista Oceanium de esta  capital.
Señaló que voluntarios y seguidores de la organización  ecologista, han participado en el rescate de una docena de  ballenas.
"Unas treinta ballenas han podido ser devueltas al mar gracias  al apoyo de pescadores que utilizaron sus piraguas para remolcar a los  animales", señalo el ecologista, que vincula el fenómeno a una posible perdida  del sentido de la orientación de los cetáceos.
Los ecologistas recuerdan  que las poderosas ondas que emiten los submarinos militares afectan la  orientación de las ballenas, que se arrojan a las playas, donde quedan varadas  y, generalmente, mueren de deshidratación.
"Estas ballenas son animales  migratorios y suelen desplazarse desde las aguas de Mauritania hasta Sudáfrica y  si recuperan el sentido de la orientación podrán seguir su camino", subrayo  Goepp.
Agrega que "lo más importante es mantenerlas en el agua y confiar  en que recuperen rápidamente el sentido de orientación", pues "solamente  sobrevivir dos horas fuera del agua y tenemos que actuar muy de prisa para  salvarlas".
El alto número de ballenas varadas que han muerto ha  provocado las quejas de Mamadou Thioune, miembro del Partido Ecologista de  Senegal, que criticó la tardanza de los servicios del ministerio de Pesca para  intervenir y evitar lo que calificó de "verdadera catástrofe".
"No hay  ningún dispositivo de prevención o intervención rápida para hacer frente a este  tipo de fenómeno", se lamentó Thioune, que puntualizó que más de doce horas  después de que las ballenas comenzaran a quedar varadas, no hubo ninguna  reacción por parte de los servicios estatales.
El Director adjunto de  Pesca, Moustapha Thiam, presente en el sitio, anunció la llegada de medios  navales para intentar salvar a las ballenas.
Thiam recordó que un  fenómeno similar se produjo en la misma playa en los años ochenta y que en  noviembre pasado más de 300 delfines se arrojaron a las playas de Cabo  Verde.
"No tenemos ninguna explicación para este fenómeno, que puede  tener muchas causas, tales como la perdida del sentido de orientación o algún  otra razón que vamos a analizar", comentó Thiam.
Los servicios de Pesca  se llevaron poco antes del mediodía los restos de una ballena para realizar  investigaciones con el fin de hallar una explicación científica del fenómeno,  cuyas causas, según algunos expertos, podrían ser también una consecuencia del  calentamiento del planeta. 
 
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