Bosques en Europa

El 5% de la masa forestal del mundo se localiza en la UE y gran parte de ella está amenazada
Una de las mayores riquezas ecológicas de la Unión Europea (UE) son sus bosques: el 42% de la superficie alberga diversas masas forestales. A pesar de su papel esencial para la naturaleza y los seres humanos, el estado de conservación de gran parte de ellos es "desfavorable". Así lo señalan dos recientes documentos comunitarios con datos sobre el estado actual de los bosques europeos, sus principales amenazas y cómo combatirlas. Por su parte, las organizaciones ecologistas consideran insuficientes las actuales medidas de conservación y aportan sus propias propuestas.


La UE ha transmitido una visión global del estado actual de sus bosques mediante dos recientes documentos. Por un lado, el Libro Verde, presentado en la Conferencia sobre Protección de los Bosques en Europa, celebrada en Valsaín (Segovia). Por otro, un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Sus responsables han llegado a las siguientes conclusiones:

  • Una gran riqueza boscosa en expansión. El 5% de los bosques del mundo se encuentran en la UE y han crecido de forma constante en los últimos 60 años. Ocupan 155 millones de hectáreas y, junto con otras tierras boscosas, suponen el 42% de la superficie terrestre de la UE.

  • Las mayores extensiones forestales se sitúan en Finlandia, Francia, España y Suecia. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), España es el segundo país con mayor superficie forestal total de la UE, con 27,5 millones de hectáreas, y el tercero en superficie forestal arbolada, con 18,3 millones de hectáreas.

  • Papel esencial en la naturaleza. Reducen la erosión y la desertificación, garantizan el suministro de agua dulce, sirven de refugio de la biodiversidad (albergan el mayor número de vertebrados del continente), regulan el clima y el ciclo de agua en la tierra, proporcionan aire fresco, sirven de protección contra catástrofes naturales como tormentas, aludes o inundaciones, y en las ciudades reducen los niveles de polvo y ruido y amortiguan el microclima urbano.

  • Vitales contra el cambio climático. Absorben 0,5 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono (CO2) al año, frente a las 5 Gt equivalentes de CO2 anuales de emisiones industriales en la UE. Ahora bien, su papel como sumideros de carbono se puede invertir: su degradación, descomposición o conversión en otros usos emitiría gases de efecto invernadero. La situación puede tornarse en una pescadilla que se muerde la cola. A más calentamiento global, más probabilidades de incendios forestales.

  • Importante fuente de recursos. Más de dos millones de europeos trabajan en la industria forestal primaria y unos 350.000 viven de la gestión forestal. El volumen de negocio asciende a 300.000 millones de euros.

  • El 40% de los bosques comunitarios son de propiedad estatal, mientras que el 60% restante es de titularidad privada.




Principales amenazas y cómo combatirlas

Según los responsables comunitarios, sólo el 5% de la masa forestal de la UE permanece inmune a las actividades humanas. El informe de la AEMA asegura que más de la mitad de las especies forestales de interés europeo y más del 60% de los ecosistemas forestales identificados por la Directiva Hábitats destacan por un estado de conservación "desfavorable".

Los principales enemigos de los bosques europeos son las prácticas de gestión insostenible, la contaminación del aire, el cambio climático o la fragmentación debido a la rápida propagación de las zonas urbanas y las redes de transporte. Por su parte, desde el MARM apuntan a los incendios forestales y la despoblación como otras de las principales amenazas.



La forma en la que se deben proteger los bosques se ha reflejado en la Declaración de Valsaín, así como en el Libro Verde. Sus autores defienden que la conservación forestal debe ser compatible con la gestión sostenible de los bosques. El Libro Verde señala que este objetivo será posible si se desarrollan nuevas fuentes internas de madera y se aumenta la eficiencia en la producción y utilización de la madera, así como las importaciones de materias primas de este material.

La Comisión Europea estudia la puesta en marcha de métodos innovadores para la protección de los servicios forestales no mercantiles, como la conservación de la biodiversidad y las cuencas hidrográficas, los usos recreativos o el secuestro de CO2.

La ampliación de las zonas protegidas es otro de los objetivos planteados. Los tipos de hábitats forestales incorporados a la Red Natura 2000 suponen más de 14 millones de hectáreas. La Conferencia de Oslo, de 2011, pretende ser un punto de no retorno para adoptar acuerdos fundamentales en materia de protección de los montes y su riqueza boscosa.


Principales amenazas y cómo combatirlas

Según los responsables comunitarios, sólo el 5% de la masa forestal de la UE permanece inmune a las actividades humanas. El informe de la AEMA asegura que más de la mitad de las especies forestales de interés europeo y más del 60% de los ecosistemas forestales identificados por la Directiva Hábitats destacan por un estado de conservación "desfavorable".

Los principales enemigos de los bosques europeos son las prácticas de gestión insostenible, la contaminación del aire, el cambio climático o la fragmentación debido a la rápida propagación de las zonas urbanas y las redes de transporte. Por su parte, desde el MARM apuntan a los incendios forestales y la despoblación como otras de las principales amenazas.

La forma en la que se deben proteger los bosques se ha reflejado en la Declaración de Valsaín, así como en el Libro Verde. Sus autores defienden que la conservación forestal debe ser compatible con la gestión sostenible de los bosques. El Libro Verde señala que este objetivo será posible si se desarrollan nuevas fuentes internas de madera y se aumenta la eficiencia en la producción y utilización de la madera, así como las importaciones de materias primas de este material.

La Comisión Europea estudia la puesta en marcha de métodos innovadores para la protección de los servicios forestales no mercantiles, como la conservación de la biodiversidad y las cuencas hidrográficas, los usos recreativos o el secuestro de CO2.

La ampliación de las zonas protegidas es otro de los objetivos planteados. Los tipos de hábitats forestales incorporados a la Red Natura 2000 suponen más de 14 millones de hectáreas. La Conferencia de Oslo, de 2011, pretende ser un punto de no retorno para adoptar acuerdos fundamentales en materia de protección de los montes y su riqueza boscosa.


Críticas de los ecologistas

Cuatro de las principales organizaciones ecologistas españolas (Ecologistas en Acción, WWF, Greenpeace y SEO-BirdLife) han expresado su decepción por el contenido del Libro Verde y la Declaración de Valsaín. Sus responsables critican que se han centrado en la producción y no en la defensa de los ecosistemas.

Señalan que no se ha reflejado la responsabilidad de la UE fuera de sus fronteras. Los ecologistas recuerdan la dependencia comunitaria de la importación de materias primas procedentes de manera frecuente de procesos de deforestación y degradación forestal.

La falta de protección real es otra de las criticas de estas ONG: incluso los espacios incluidos en la Red Natura 2000 sufren importantes amenazas, como incendios o apertura de pistas forestales. Los ecologistas aseguran que de forma muy frecuente los bosques se transforman en plantaciones forestales. Este hecho no se refleja en este tipo de informes y, por tanto, se enmascara la deforestación real.

Frente a ello, proponen reducir el consumo, mejorar la eficiencia de la gestión forestal, aumentar los recursos técnicos y humanos para conservar los bosques, potenciar la reutilización y reciclaje de la madera y sus productos derivados, y promover el certificado FSC de madera sostenible.

El cambio climático también ocurrió en el pasado

Conocer las alteraciones del clima en la historia de la Tierra puede ayudar a afinar las predicciones sobre el actual calentamiento global

La Tierra ha pasado por varios cambios climáticos a lo largo de su historia, algunos no tan lejanos en el tiempo. Diversos agentes naturales externos provocaron en la Europa de la Edad Media un clima más cálido de lo normal, un periodo al que sucedió otro de bajas temperaturas hasta mediados del siglo XIX. Los estudios sobre estas alteraciones climáticas del pasado podrían servir para precisar las predicciones sobre el actual cambio climático. Ahora bien, los científicos recuerdan que su causa principal es la rápida quema de combustibles fósiles y, por ello, sus consecuencias son todavía difíciles de estimar.

Hace unos mil años, Europa disfrutó de varios siglos de temperaturas medias más bien altas. En aquella época, denominada "Periodo Medieval Cálido", la agricultura florecía en lugares como Groenlandia, un topónimo que en inglés ("Greenland", tierra verde) evoca el clima pasado. No obstante, las evidencias señalan de forma clara que la capa de hielo de Groenlandia persiste desde hace millones de años y que durante el "Máximo Medieval" pudo haberse liberado alguna pequeña zona de la costa. Así lo matiza Manuel Vázquez Abeledo, coordinador de proyectos del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) y experto en cambios climáticos pasados.

A este periodo le sucedió otro de temperaturas más bajas, en especial en las zonas septentrionales europeas. Aunque no puede considerarse una edad de hielo como tal, se le conoce como la "pequeña edad de hielo". Algunos expertos señalan que esta época duró desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XIX. Las crónicas cuentan cómo la gente patinaba durante el invierno sobre las congeladas aguas del río Támesis de Londres o de los canales y ríos de Holanda.

Un grupo de científicos ha descrito en la revista Science cómo las alteraciones naturales en las condiciones de los océanos pudieron provocar estos cambios climáticos pasados. Las fluctuaciones en la luminosidad solar y la frecuencia de erupciones volcánicas, entre otras causas naturales, alteraron la actividad de "El Niño" y la "Oscilación del Atlántico Norte". Estos fenómenos climáticos son patrones dinámicos que pueden provocar cambios en los patrones de lluvia y sequía, o en la actividad de los huracanes, y son capaces de redistribuir el calor alrededor del globo, de manera que una zona se calienta y otra se enfría.

Los responsables del estudio descubrieron que al periodo de calentamiento inusual le sucedió otro mecanismo de retroalimentación que la ciencia conoce desde hace años como "el efecto de La Niña". Uno de los firmantes de la investigación, Michael Mann, de la Universidad Estatal de Pennsylvania (EE.UU.), explica que La Niña provoca temperaturas más frías de lo normal en las zonas tropicales del Pacífico central y del este y más secas en el desierto del suroeste de los EE.UU.

Los investigadores reconstruyeron los modelos de la temperatura de la superficie terrestre durante estos dos intervalos históricos, un periodo de unos 1.500 años. La información recopilada en glaciares, anillos de los árboles y corales, entre otros elementos, les sirvió de muestra para observar qué cambios climáticos se produjeron durante esos años.

Aprender de los cambios climáticos pasados


Investigaciones como la publicada en Science podrían servir para afinar los modelos climáticos que el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) utiliza para predecir cómo se comportará el calentamiento global en los próximos años. La mayoría de ellos señala que la Tierra responderá al efecto "El Niño". Tan sólo unos pocos modelos recrean la dinámica del "efecto La Niña".

Manuel Vázquez Abeledo explica que los cambios climáticos históricos proporcionan una buena guía para entender qué ocurre en la actualidad. Pero que nadie piense que este conocimiento se podría utilizar para saber cuándo se producirán los siguientes. El experto del IAC recuerda que en la Naturaleza no hay casi nada cíclico, porque la relación entre causa y efecto suele ser no-lineal e implica diferentes mecanismos de amplificación y/o amortiguamiento de la relación. "La cuestión no es el número de cambios climáticos que se han producido, algo que sería imposible de precisar, sino las frecuencias con que han ocurrido y las causas que los han originado", afirma Vázquez Abeledo.

Por su parte, el profesor Mann ha puntualizado que la respuesta del planeta a un cambio climático inducido por los gases de efecto invernadero podría ser más compleja que el calentamiento inducido sólo por fenómenos naturales. A este respecto, Vázquez Abeledo explica que la causa principal del calentamiento actual es clara: la rápida quema de combustibles fósiles por la actividad humana. Sus consecuencias sobre la civilización son todavía difíciles de estimar.

Al estudiar los cambios climáticos sucedidos en la historia de la Tierra, los científicos cuentan con medidas directas sólo desde el siglo XIX. Para reconstruir el pasado climático se utilizan diversos indicadores que cambian según la escala de tiempo que se considere. Cuanto más se retroceda en el tiempo, más imprecisos serán tanto en su aspecto cuantitativo como en su resolución temporal.

Los científicos también saben que la Tierra no es el único planeta con cambios climáticos. Cualquier planeta sufre alteraciones, en especial si tienen atmósfera. Las causas son similares a las que se producen en la Tierra. El investigador del IAC indica que la principal diferencia es que los cambios climáticos terrestres no hubieran sido los mismos si no hubiera tenido vida.

Causas de los cambios climáticos en la historia de la Tierra

En general, cualquier cambio en el clima terrestre está producido por diversos agentes externos:

  • Cambios en la luminosidad solar.
  • Cambios en la concentración de gases invernadero.
  • Cambios en el albedo terrestre.
  • Variabilidad interna del clima.

Las frecuencias con que ocurren pueden clasificarse en:

  • Desde la formación de la Tierra hasta la actualidad (enfriamiento global).
  • De cientos de millones de años (actividad tectónica).
  • De miles de años (cambios en la órbita de la Tierra: las Glaciaciones del Cuaternario).
  • De cientos a miles de años (variaciones en la actividad solar desde la última glaciación hasta la revolución industrial).
  • Décadas a pocos siglos (el actual debido a la actividad humana).

Especies invasoras

La introducción de seres vivos foráneos en un hábitat constituye un grave problema ecológico y económico


La introducción de seres vivos desde fuera de su área de distribución natural representa, según la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), la segunda causa de amenaza a la biodiversidad, tras la destrucción de los hábitats. En este sentido, el ser humano viene trasladando animales y plantas, ya sea activa o pasivamente, desde sus primeros viajes, especialmente a través del mar. No obstante, el número de especies introducidas se ha incrementado notablemente a nivel global en los últimos decenios con el aumento de los transportes internacionales y el turismo, la construcción de infraestructuras que rompen fronteras naturales, el cultivo de especies acuáticas o el tráfico y abandono de mascotas. Por ejemplo, el número de especies introducidas en el Mediterráneo desde principios del siglo XX se ha duplicado cada 20 años hasta llegar en la actualidad a contabilizarse unas 450 especies exóticas, lo que le convierte en el mar con más especies introducidas del mundo.

Los problemas medioambientales que genera la introducción de especies son graves y muy variados. Una especie alóctona, es decir, aquella que se encuentra fuera de su lugar natural, puede llegar a ser una grave amenaza para las especies autóctonas si se convierte en una especie invasora, por muy pequeña o inocua que pueda parecer. De esta manera, las especies invasoras ponen en peligro la biodiversidad, puesto que pueden desplazar e incluso hacer desaparecer a los organismos nativos de su hábitat, contaminándolos química o incluso genéticamente, compitiendo por los mismos recursos o incluso siendo sus depredadores. Estas especies, una vez introducidas, pueden transformar las comunidades biológicas del área afectada, alterando el balance ecológico, cubriendo por completo amplias zonas, impidiendo el desarrollo de los organismos nativos y, en casos extremos, su reproducción.

Las consecuencias económicas negativas de este fenómeno también son importantes. Las especies invasoras pueden llegar a contaminar los productos de consumo humano, constituyendo un grave riesgo para la salud pública, lo que genera una serie de prohibiciones que repercute en las ventas. Los sectores de la agricultura, la ganadería y la pesca pueden experimentar una disminución de su productividad y el turismo también se ve afectado, al quedar las zonas invadidas poco o nada aptas para dicha actividad. Los expertos calculan que las pérdidas económicas relacionadas con este problema ascienden a miles de millones de euros al año.

El control de estas especies conlleva un esfuerzo y unos medios complejos, puesto que su distribución, capacidad de expansión, incidencia negativa en el medio, posibilidad real de erradicación e impacto ecológico son muy variadas. De hecho, la UICN establece la existencia de diferentes categorías de especies introducidas:

* Traslocadas, aquellas que son desplazadas dentro de su área de distribución
* Aclimatadas, llegadas normalmente de otras zonas de clima similar pero que no llegan a concluir el ciclo reproductivo
* Naturalizadas, que logran mantener poblaciones reproductoras
* Alóctonas no naturalizadas ni aclimatadas, normalmente provenientes de evasiones de cautividad, sueltas deliberadas, o que han llegado junto con las mercancías de otras zonas y que normalmente no tienen posibilidades de mantener poblaciones estables.

Teniendo estos factores en cuenta, entre las posibles acciones a tomar se encuentran la prevención y los controles en las instalaciones de granjas, la limitación en el comercio de especies exóticas, el establecimiento de mayores controles de frontera y cuarentena, así como del agua de lastre y de los sedimentos de los buques, o el intercambio de información actualizada entre los organismos responsables.

Legislación contra las especies introducidas
La introducción de especies genera cada vez más diversas normas y leyes para su control y eliminación. A nivel internacional destacan las Declaraciones de Bonn o Berna, mientras que la Unión Europea cuenta con la Directiva Hábitats y varios Reglamentos que España ha asimilado en su legislación. En el terreno autonómico, el desarrollo legislativo es desigual, encontrando desde comunidades que lo incluyen en su normativa desde hace más de diez años, hasta otras que están en proceso de redacción, pasando por muchas otras que lo han incorporado recientemente.

No obstante, algunos expertos consideran que todavía queda mucho por hacer, sobre todo en aquellos países donde la Administración y la opinión pública no se plantean el problema. Asimismo, las leyes existentes cuentan con lagunas que habría que subsanar para combatir la introducción de especies de una manera eficaz. Algunas convenciones sobre diversidad biológica, como la de Berna, no especifican a veces que las especies listadas deban ser indígenas del estado que ha firmado dicha convención. De esta manera, puede darse el caso de que especies exóticas aparezcan listadas como especies protegidas.

Ayudas solidarias frente a los desastres naturales

El Banco Mundial emite nuevos bonos de catástrofes "de costo accesible" para los países en desarrollo


A finales de octubre el Banco Mundial puso en marcha el Programa MultiCat. Esta plataforma emitirá bonos de catástrofes que permitirán a los países y a las entidades públicas contratar seguros más baratos contra el riesgo de desastres naturales. La novedad es que estos bonos "brindan acceso inmediato a dinero en efectivo para financiar operaciones de ayuda urgente". Es la primera vez que se diseña un instrumento de estas características. El aumento de terremotos, huracanes y tsunamis en la última década lo ha convertido en imprescindible para ayudar a las regiones afectadas a reponerse tras una catástrofe.

La idea es que MultiCat beneficie, sobre todo, a los países en desarrollo. "Se les ofrece la posibilidad de adquirir una cobertura de seguros, de costo accesible", precisa el Banco Mundial. Este programa se complementa con otra herramienta: el préstamo con opción de desembolso diferido ante catástrofes (CAT DDO). Es una línea de crédito que permite un acceso inmediato al financiamiento tras un desastre natural.

El país en el que se ha fijado la nueva plataforma ha sido México, debido a su experiencia en la emisión de bonos de catástrofes. De ahí que el Banco Mundial haya concedido a esta región la primera emisión procedente de MultiCat. La finalidad es mejorar la gestión del riesgo de desastre.

Qué riesgos cubre

Es posible contratar pólizas que cubren las consecuencias de seísmos, inundaciones, huracanes y otras tormentas de viento. No obstante, MultiCat intenta ser flexible y permite agrupar varios riesgos de manera que se aprovechen los beneficios, sin necesidad de que los costes aumenten de forma excesiva.



Están previstos un marco jurídico y un operativo comunes, que se traducirán "en un acceso mucho más amplio a una cobertura en condiciones notablemente más ventajosas", ha asegurado Kenneth Lay, vicepresidente y tesorero del Banco Mundial.

La entidad defiende que se disminuirá el impacto financiero y económico de las catástrofes naturales. Los países con una tendencia mayor a sufrir estas calamidades podrán estar prevenidos o, por lo menos, contarán con un instrumento que aliviará el desembolso en caso de adversidad.

Países emergentes

"Los desastres naturales aumentaron durante la pasada década en todo el mundo". El Banco Mundial constata un dato fácil de comprobar. Tsunamis, terremotos y huracanes han azotado con fuerza algunas zonas, con consecuencias devastadoras. Ante una catástrofe de esta naturaleza, hasta el mayor de los esfuerzos puede ser baldío, pero sí hay diferencia en el modo de recuperarse.



El organismo reconoce que las catástrofes afectan a países desarrollados y emergentes, pero estos últimos parten con desventaja y, además, han sido "los más golpeados" en los últimos diez años por estas circunstancias. Las pérdidas entre 1977 y 2001 se estiman en el 7% de su Producto Interior Bruto (PIB). Los cálculos del Banco Mundial apuntan a que "sólo el 3% de las pérdidas potenciales de los países en desarrollo están aseguradas", frente al 45% de los países desarrollados.

Las pólizas convencionales cuentan con primas elevadas a las que no todas las regiones pueden hacer frente. Por ello, cuando ocurre un desastre, éste se refleja tanto en la situación económica, que se convierte en una de las principales damnificadas. No sólo hay que atender a las víctimas en los momentos posteriores, sino afrontar las tareas de reconstrucción en el futuro. Sin un seguro que cubra estos gastos, la recuperación se retrasa.

Aprender de experiencias pasadas


El pasado 14 de octubre, con motivo del Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales, Naciones Unidas (ONU) destacó el peligro en el que viven millones de personas en todo el mundo ante la posibilidad de ser víctimas de un desastre. Una campaña anual de este organismo recordó a las más de 1.500 víctimas de las tragedias ocurridas ese mismo mes en Asia oriental y en las islas del Pacífico.

Catástrofes ocurridas con anterioridad han confirmado que el éxito a largo plazo en la recuperación depende de la participación de los propios afectados. Se les debe dar la oportunidad de decidir "cómo reconstruir sus casas y sus maneras de ganarse la vida". El modelo, en este caso, ha sido Aceh, azotada por el tsunami de 2004 en Indonesia. En la actualidad, "Aceh ha hecho progresos significativos hacia la recuperación e incluso ha mejorado la infraestructura que había antes del tsunami del 26 de diciembre", subraya el Banco Mundial.

Se apostó por los habitantes para que abanderasen las tareas de reconstrucción. Ellos mismos rediseñaron sus casas y sugirieron dónde levantarlas de nuevo para que, en caso de repetirse la tragedia, no las volvieran a perder. "Las nuevas casas a prueba de seísmos y las instalaciones locales satisfacían sus necesidades". Por ello, cuando la ciudad indonesia de Yogyakarta fue víctima de un terremoto de graves consecuencias, la respuesta, subrayan, fue "mejor y menos costosa".

Lista Roja de Especies Amenazadas

Indica que la pérdida de biodiversidad es cada vez mayor, aunque los esfuerzos de conservación están salvando a algunas especies

La Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) es una base de datos en línea que identifica y documenta a las especies cuya conservación se encuentra en peligro. Posee información sobre el estado mundial y otros datos de referencia de unas 40.000 especies, así como un índice del estado de la diversidad biológica.

La Lista Roja 2006 revela que el número total de especies oficialmente declaradas Extintas es de 784 y a otras 65 solamente se les puede encontrar en cautiverio o en cultivo. Del total de especies de la Lista, el 40% figuran como amenazadas con la extinción: Uno de cada tres anfibios y una cuarta parte de los árboles de coníferas del mundo, además de una de cada ocho aves y uno de cada cuatro mamíferos.

El ser humano, directa o indirectamente, es el principal responsable de gran parte de la disminución de especies, según la UICN. La destrucción y degradación del hábitat siguen siendo la principal causa, junto con la introducción de especies invasoras, la agricultura insostenible, la caza excesiva o la contaminación. La Lista muestra que la pérdida de biodiversidad sigue aumentando en casi todos los principales grupos taxonómicos, incluso en las zonas del planeta que parecen estar alejadas de la influencia humana.

El impacto del calentamiento global, debido a la emisión de gases de efecto invernadero, se siente cada vez más en las regiones polares. Se prevé que el hielo marino durante el verano se reduzca entre 50 y 100% en los próximos 50 a 100 años. El oso polar, especialmente adaptado al ambiente marino ártico, será una de sus víctimas más notorias. Su población, que depende del flujo de hielo para la caza de focas, se estima que disminuya en un 30% en los próximos 45 años.

Los desiertos y zonas áridas parecen estar relativamente intactos, pero sus animales y plantas, especialmente adaptados, también se encuentran entre las especies más raras y amenazadas: Especies como las gacelas saharianas o los antílopes asiáticos sufren un claro retroceso. La caza no regulada, seguida de la degradación del hábitat, son los mayores peligros a combatir.

Los océanos tampoco se encuentran a salvo. El 20% de las 547 especies de tiburones y las rayas especies, primeros grupos marinos evaluados sistemáticamente por la Lista, figuran como amenazados con la extinción. Estas especies de crecimiento lento son particularmente susceptibles a la sobrepesca y están desapareciendo rápidamente en todo el mundo.

Por su parte, la situación de las especies de agua dulce no es mucho mejor. En el Mediterráneo, uno de los 34 focos críticos de biodiversidad del planeta, la presión urbanizadora, el turismo masivo y la agricultura intensiva amenazan con la extinción al 56% de los 252 peces de agua dulce endémicos de este mar. Las especies de agua dulce de mayor tamaño, como el hipopótamo común, también se encuentran en dificultades. En el África Oriental, la actividad humana amenaza a más de uno de cada cuatro peces de agua dulce, lo que puede tener un gran impacto en el bienestar las comunidades ribereñas. Además de una importante fuente de alimentación, los ecosistemas de agua dulce son esenciales para obtener agua potable y para el saneamiento.

A pesar de estas negativas cifras, las acciones de conservación exitosa demuestran que es posible revertir esta tendencia. Según los responsables de la UICN, el cumplimiento de la legislación, la toma de medidas de protección urgentes y el compromiso ecológico de todos los ciudadanos podría contribuir eficazmente a mejorar el estado de conservación de las especies en un futuro cercano.

CRIMEN ECOLÓGOCO EN LA GUAJIRA

Mediante este articulo, naturvida quiere empezar a denunciar todas

aquellas aberraciones que los humanos realizamos a la madre naturaleza,

es obvio que si queremos saber lo que ocurre en nuestro planeta, debemos remitirnos,

a foros, revistas, publicaciones o prensa especializada en general, ya que por

norma, las cuestiones políticas hacen que ni en televisión, ni en radio nos informen

del vandalismo humano a nustra flora o fauna.

Hoy me remito a ustedes, para que colaboren en esta causa, enviando a naturvida

sus denuncias, para poderlas hacer publicas y así colaborar, aunque sea con

un pequeño y diminuto granito de arena, en la conservación de los seres vivos

de nustro querido planeta.


VERGÜENZA MUNDIAL

Robándole huevos a las tortugas en Camarones

para venderlos en Riohacha, Santa Marta y Barranquilla

Las tortugas marinas son una parte importante del ecosistema

marino. La conservación de las tortugas marinas es

necesaria para que estos animales continuen su rol en el

medio ambiente marino y para que podamos estudiarlos y

apreciarlos en el futuro. Las tortugas prietas emprenden

una difícil jornada hacia la madurez. Desde la playa hasta

la costa y hacia mar abierto una variedad de factores puede

afectar su sobrevivencia. Muchas tortugas prietas depositan

sus huevos en playas de Michoacán, México. El promedio

por cada nido (número de huevos depositados) por

estas tortugas es de 67.8. Los huevos

generalmente eclosionan después de 6-13 semanas

de incubación, dependiendo de la temperatura.

Usualmente este periodo decrece a medida que

aumenta la temperatura de incubación.

En promedio, 86% de los huevos de cada nido eclosionan

con éxito en Michoacan .

Después de nacidas las crías se arrastran al océano y nadan

hasta alcanzar una corriente. En mar abierto, o en una

zona pelágica, se esconden y alimentan entre mantos de

algas gigantes. A medida que las tortugas

crecen en tamaño (35-40 cm de largo) se desplazan

a aguas someras, áreas costeras. Ellas permanecerán en estas aguas

costeras hasta que maduren (de 9-20 años).

En su madurez las hembras adultas retornarán

a las playas donde anidarán para depositar sus propios

huevos.

Desde el momento en que dejan sus nidos las tortugas

están expuestas a muchas amenazas. Pueden perderse, o

morir de alguna enfermedad, cansancio, o predadores.

Con todo, los seres humanos representan la mayor amenaza

para las tortugas marinas tanto en tierra como en el

agua. En tierra las amenazas humanas incluyen recolección

de huevos, iluminación en las playas y urbanización,

contaminación, automóviles, diques, aplanamiento de playas

y canteras de arena. En el agua, las amenazas humanas

incluyen la captura de tortugas para alimento, captura

incidental (en redes o lineas de pesca), choque con embarcaciones,

enredo e ingestión de plásticos, degradación de

hábitat (incluyendo contaminación). Estas amenazas

humanas reducen las estimaciones de sobrevivencia aún

más drásticamente.

Ciclo de Vida

Un nido puede contener de 60 a 170 huevos parecidos

a pelotas de ping pong que deben incubarse en

la arena de 6 a 13 semanas.

Las crías que salen del nido se dirigen inmediatamente

hacia la luz más brillante del horizonte, generalmente

la de la luna.

Cuando las crías tocan el agua por primera vez para

dirigirse a mar abierto empiezan a nadar freneticamente.

Cuando las tortugas son jóvenes pasan la mayor parte

del tiempo escondidas entre grandes mantos de

algas que flotan en mar abierto.

Los jóvenes de mayor edad se reúnen con los adultos

en las zonas de reproducción y alimentación costeras

a excepción de la tortuga siete filos que permanece

en zonas pelágicas en mar abierto.

Las hembras maduras regresan a las playas donde

nacieron a reproducirse y poner sus huevos. Ellas

anidan de 2 a 3 nidos por temporada aunque generalmente

ponen huevos cada 2 años.

La mayoría de las tortugas marinas se reproducen

hasta que tienen 10, 30 o más años de edad. Su expectativa

de vida es de más de 50 años