Arrecifes de coral

Representan el esplendor de la vida marina. Son monumentos naturales vivos de muy lento crecimiento y sumamente frágiles que están siendo impactados por las actividades humanas.
Los arrecifes de coral constituyen uno de los ecosistemas más ricos y espectaculares del planeta. La gran biodiversidad que se encuentra en ellos les ha ganado el mote de "selvas del mar". Entre las miles de especies que los forman y habitan se encuentran representados todos los grupos de organismos marinos existentes.
México tiene arrecifes coralinos en sus aguas del océano Pacífico, del Golfo de México y del Mar Caribe en la península de Yucatán. En esta última zona, el arrecife forma una barrera discontinua de casi mil kilómetros de longitud que se prolonga hasta Honduras. Es la segunda más grande después de la Gran Barrera de Arrecifes de Australia.
Una arquitectura fantástica
Los arrecifes de coral son colonias formadas por pequeños animales, llamados pólipos. Dentro del tejido del pólipo hay una población de algas que viven en asociación de mutuo provecho (simbiosis) con el coral: el pólipo provee de protección a las algas y éstas, a su vez, proveen de alimento y oxígeno al coral.
A lo largo de miles de años, los esqueletos de los pólipos se convierten en formaciones rígidas, aunque frágiles, de diversos colores y de muchas formas. Los corales presentan escasa resistencia a los impactos humanos y tardan muchos años en recuperarse. La salud de los organismos del arrecife no sólo depende de la luz y la temperatura (crecen en aguas cálidas), sino también de las características químicas del agua: la cantidad de oxígeno, la salinidad y la transparencia.
Hoy en día, estos hermosos ecosistemas están en problemas. Nuestros arrecifes están amenazados por la contaminación, la destrucción de los manglares, la erosión del suelo, la sobrepesca, los excesos en el turismo marino y el cambio climático global.
Contaminación por petróleoLos derrames de petróleo afectan la tasa de crecimiento y los sistemas de reproducción de los corales. Este impacto se ve agravado por los dispersantes utilizados después de un derrame, ya que aumentan las amenazas y pueden hasta matarlos. Los escurrimientos de combustible de los barcos también les causa daño: en 1998, el barco Emily Cheremie destruyó más de 400 metros de arrecife frente a las costas de Quintana Roo.
Cambio del clima globalLa respuesta de estos ecosistemas ante el cambio climático se conoce como blanqueado del coral. Cuando enfrentan un extremo y prolongado estrés por el calentamiento de las aguas tropicales, el coral expele las algas que viven en sus tejidos, con lo cual pierde su color natural y adquiere uno blancuzco. Al perder su asociación con las algas, el coral muere.
En sentido opuesto, los corales absorben el CO2 disuelto en el agua y lo incorporan a los arrecifes. De esta manera, contribuyen a reducir las acumulaciones de este compuesto en la atmósfera y disminuyen los riesgos del calentamiento global.
Turismo
El crecimiento de la actividad turística ha dañado a los arrecifes con las descargas de aguas negras y la contaminación tóxica. Los barcos que tiran las anclas en los arrecifes o que encallan, pueden destruir un coral de más de cien años de edad en cuestión de segundos. Buzos descuidados pueden tocar y romper el coral; los turistas son también responsables del enorme crecimiento del comercio de curiosidades marinas, en especial de especies amenazadas como el coral negro.
Además de ser un hábitat insustituible, los arrecifes son rompeolas naturales que se auto reparan y protegen el litoral, sin costos para el hombre. Los arrecifes de coral proveen alimento y protección para un sinnúmero de criaturas marítimas, como erizos, tortugas de carey, cangrejos, langostas y un largo etcétera. Alteraciones tanto naturales como realizadas por el hombre pueden afectar la compleja cadena alimenticia que se ha desarrollado alrededor del arrecife.
Para poder enfrentar estos problemas y proteger a los arrecifes, debemos seguir actuando. Greenpeace trabaja por la protección de los arrecifes de coral a través de una combinación de esfuerzos locales, regionales e internacionales. Tú puedes ser parte de este esfuerzo. Asóciate a Greenpeace ahora para que sigamos trabajando en defensa de los ecosistemas.