Naturismo, la moda que nunca se pasa


Setenta personas se reunieron en el VI Encuentro Naturista de Amigos del Principado de Asturias para disfrutar del sol y del culto a la desnudez sin complejos

Promueve la salud mental, física y sexual, es socialmente constructivo y no deja marcas en la piel, pero, sobre todo, «es lo natural». Éstas son algunas de las razones que aducen los amantes de la desnudez para ser naturista, aunque, al igual que el bañador, las definiciones también les oprimen. «Es como si a alguien que usa bikini se le llama bikinista», explica el presidente de la Federación Española de Naturismo, Ismael Rodrigo, que prefiere hablar de «playas frecuentadas por naturistas» antes de «playas nudistas».

Ismael Rodrigo es una de las setenta personas que este fin de semana se unieron al VI Encuentro Naturista de Amigos del Principado de Asturias (ANAPA), organizado por la asociación asturiana del mismo nombre, la ADN de Madrid y la Federación que preside. Dentro de la programación de actividades y visitas del encuentro, la playa de Barayo fue la elegida para pasar la tarde del sábado. A pesar de que muchos optaron por el chapuzón, el paseo y la siesta, el encuentro naturista organizó actividades de pintura del cuerpo y masaje shiatsu, que disfrutaron los más pequeños y padecieron los mayores.

José Manuel Díaz, vicepresidente de ANAPA, señaló que las playas frecuentadas por naturistas «suelen ser de difícil acceso, porque hasta el año 1989 la desnudez podía ser delito por escándalo público». Aunque el escándalo siga siendo inevitable, no conlleva una infracción, ya que la norma que lo prohibía fue derogada y el derecho asiste a quienes disfrutan con la naturalidad de su cuerpo. Hablando de derechos y libertades, Ismael Rodrigo subraya que «lo que no existe es el derecho a no ver lo que a uno no le gusta». Ahora el naturismo lucha contra otro tipo de leyes más enraizadas y más difíciles de abolir que las jurídicas.

«Educar contra el propio cuerpo, hacer creer que hay partes inferiores sólo causa problemas», señala Ismael Rodrigo, que pone como ejemplo a los niños, que, «tengan el tamaño de pene que tengan, siempre piensan que lo tienen pequeño, porque nunca han visto otros». Sin embargo, niños y mayores han visto hasta la saciedad el continuo desfile de maniquíes perfectos y animados y cubren con pudor los propios. Ismael Rodrigo va más allá y apunta que «no habría tantos problemas de pedofilia, pornografía y agresiones sexuales si no tapáramos el cuerpo y comercializáramos con él».

Proponen como una de las soluciones la educación y destacan que el naturista es un movimiento familiar: «Las actividades se programan en horarios en los que pueden asistir los niños», explica José Manuel Díaz.

En Asturias hay unos 200 naturistas asociados en ANAPA, que se constituyó en 1995 como una asociación cultural, aunque Díaz señala que a la hora de pedir subvenciones la Administración no siempre considera su ámbito cultural. También destaca que las autoridades deberían «saber dar respuestas» a quienes se interesan por Asturias como destino naturista o como posibilidad de negocio. «Hay gente que pregunta cuáles son los permisos que necesitan para abrir un negocio naturista», pone como ejemplo Díaz, que se contesta a sí mismo con un rotundo «ninguno». No obstante, recuerda que en 2006 el Ayuntamiento de Gijón concedió a ANAPA 10.000 euros para organizar la Gala internacional de natación naturista, «una de las ayudas concedidas al naturismo en España y en el mundo», y destaca que «cada vez más» locales, como campings y spas, reservan tiempo y espacio a quienes un día decidieron prescindir del bañador porque, entre otras cosas, «no sirve para bañarse».

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