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Descubren nuevas especies de moluscos en Occidente de Cuba



Descubren nuevas especies de moluscos en Occidente de Cuba

Pinar del Río, Cuba, 6 mar (PL) La Oficina para el Desarrollo Integral de la Península de Guanahacabibes reportó el hallazgo de 25 especies de moluscos y 10 nuevos registros para Cuba en fondos marinos de esa zona occidental, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Los ejemplares, avistados durante dos expediciones realizadas en la región, permiten contar con 755 tipos de moluscos, el registro más extenso y actualizado de malacofauna marina reportado en un área protegida cubana y, presumiblemente, del Caribe.

Entre las especies destacan gasterópodos (caracoles), de los que solamente Guanahacabibes, a 267 kilómetros al oeste de La Habana, reporta 38 nuevos registros para la ciencia y 46 para la isla.

Superado en número por los insectos, el género es variado y está representado por animales de fácil adaptación, con importancia en la cadena alimentaria y en los ecosistemas.

Los moluscos constituyen un referente para calcular la diversidad de otros grupos del medio marino por la cantidad de especies que se le atribuyen, (43 por ciento de las nueve mil existentes en la fauna cubana).

Unas nueve localidades del sitio formaron parte de la pesquisa, contemplada en un proyecto suscrito por la Agencia canadiense de Cooperación para el Desarrollo Internacional y la Oficina para el Desarrollo Integral de Guanahacabibes.

Además de conformar la línea de base ambiental, a partir de la incidencia de los moluscos, el convenio prevé la actualización del Sistema de Información Geográfico.

El avistamiento de tiburones se disparó en Catalunya en el 2007



Un total de 20 tiburones y rayas, muy por encima de la media habitual de tres o cuatro, fueron avistados o acabaron varados en el litoral de Catalunya a lo largo del año pasado, según el recuento presentado ayer por la fundación CRAM, que es la organización responsable de asistir a los animales marinos que llegan a la costa. La fundación, con sede en Premià de Mar (Maresme), muestra su sorpresa, pero sugiere que todo fue fruto de la casualidad porque no se detectó en el 2007 ningún cambio en el medio marino que justifique una cantidad tan elevada: ni hubo una mayor temperatura del agua que en años anteriores, ni tampoco más clorofila, ni una variación en la abundancia del fitoplancton. Salvo la tristeza de ver morir a unos cuantos ejemplares, como el tiburón gris detectado en Tarragona en agosto y convertido en estrella mediática, no hubo que lamentar ningún problema asociado a los animales.El CRAM, siglas de Conservación y Recuperación de Animales Marinos, destaca en su estudio la presencia de tres especies muy raras de elasmobranquios --que es el grupo de peces que engloba tanto a tiburones como a rayas--, aunque en ningún caso puede hablarse de una novedad absoluta en el mar Mediterráneo. Se trata además de especies que suelen realizar grandes migraciones en busca de alimento o en el periodo de reproducción.DE AGUAS MÁS CÁLIDASEl caso más llamativo fue justamente el avistamiento de dos imponentes tiburones grises (Carcharhinus plumbeus), una especie pelágica que en el Mediterráneo es típica de las aguas más cálidas (entre 23° y 27°), desde Marruecos y Sicilia hasta Turquía y Libia. Hasta ahora, en el Mediterráneo español solo existía constancia bibliográfica de tres ejemplares, uno en Baleares en fecha desconocida y otros dos en Tarragona en el año 1910. "Esto nos sugiere que su presencia en nuestra zona es puramente ocasional y anecdótica", dice el CRAM. Se vio asimismo un tiburón martillo (Sphyrna zygaena), también poco frecuente, puesto que se trata del quinto registrado en la literatura científica del último siglo en la costa catalana. La tercera especie avistada de forma sorprendente, y además en cuatro ocasiones, fue la manta raya (Mobula mobular), de la que todavía no había ningún registro fidedigno en Catalunya, aunque sí se puede observar en otras áreas del Mediterráneo. Pese a su aspecto intimidador, la manta raya es un animal que se alimenta filtrando plancton.RESTANTES ESPECIESEl recuento de elasmobranquios del 2007 elaborado por el CRAM incluye también cuatro tiburones peregrinos --el pez de mayor tamaño de todo el Mediterráneo, pudiendo llegar a los 12 metros de longitud--, así como cañabotas, tembladeras --un tipo de raya que suele ser presa habitual de las redes pesqueras--, pastinacas --un caso similar, pero sin aprovechamiento comercial-- y tintoreras. La fundación precisa que, aunque "la aparición de algunas especies se puede considerar rara o excepcional", todas ellas viven "normalmente en el Mediterráneo".Frente a los 20 ejemplares del 2007 --más cuatro avistamientos no confirmados--, en los cuatro años anteriores se habían detectado dos en el 2006, dos en el 2005, cinco en el 2004 y tres en el 2003. Los meses en los que se detectan más son lógicamente julio, agosto y septiembre, coincidiendo con la temporada de baño, y abril. La hipótesis de un desplazamiento generalizado de las especies desde zonas más tropicales hacia los polos como consecuencia del calentamiento global "ha sido probada en el Atlántico nororiental después de más de 30 años de muestreo", concluye el informe de la fundación, pero esto no puede ser exportable a una serie tan corta y tan limitada geográficamente.

Estudian los fondos coralinos de Puerto Rico con alta tecnología


Moviéndose sobre un espacio soleado de fondo marino tropical, un equipo sumergible con cámaras está ayudando a la ciencia a trazar un mapa de los arrecifes coralinos que sobreviven frente a las costas de este territorio de Estados Unidos en el Caribe, con el objetivo de ayudar a preservarlos.

La pequeña maquinaria de control remoto y atada a un barco de sondeo de 187 pies pasó por los montículos de coral, enviando imágenes al barco para que los científicos puedan idear modos de restaurar los debilitados arrecifes.

Los vídeos e imágenes de ultrasonido tomadas esta semana aportan los mapas más precisos que se han tomado hasta hora de los arrecifes y el fondo marino en la zona.

''En algunos de estos lugares fue donde los barcos del Capitán Cook tiraban sondas de plomo para enterarse de lo que había abajo'', dijo el científico Mike Stecher, refiriéndose a la práctica centenaria tirar sondas para trazar la profundidad.

Los científicos y observadores de un salón de control del barco Nancy Foster, operado por la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), veían con agrado cómo una cherna y otros peces se ocultaban detrás de corales y de esponjas al aproximárseles el lente del equipo sumergible.

Los mapas producidos por la expedición de las costas de Puerto Rico ayudarán a calibrar el estado de los menguantes hábitats coralinos, algunos de los cuales se ''secado'' y exterminado con los cambios de clima, según Tim Battista, el investigador principal de la misión.

El coral de arrecifes, un pequeño animal como un pólipo que edifica una coraza de carbonato de calcio en derredor suyo, aporta un importante refugio, además de áreas para que se alimenten y reproduzcan muchos tipos de criaturas marinas. Pero esas áreas están en peligro en el Caribe y en el resto del mundo.

En las aguas de Puerto Rico, los corales de aguas poco profundas se han perjudicado con la contaminación y la pesca excesiva. Casi la mitad del coral de áreas tales como las vecinas Islas Vírgenes de EEUU murieron de enfermedades luego de un período de meses en el que las aguas se recalentaron demasiado en el 2005.

Los investigadores han pronosticado que es posible que hasta el 60 por ciento del coral del mundo podría morir para el año 2030 si siguen las altas temperaturas marítimas y siguen aumentando los niveles de contaminación del mar.

Fuente:

A BORDO DEL NANCY FOSTER

El fabuloso Mar del Sur

Descubrimos un mundo marino sorprendente, propio de la Corriente de Humboldt, en las áridas costas peruanas. La tranquilidad de las islas es solo aparente.

Es un mundo cuya riqueza marina convoca a muchas especies animales extraordinarias y fabulosas.


La densa bruma invernal se disipa develando con lentitud un conjunto de islas agrestes y enigmáticas. A un centenar de kilómetros, al sur de Lima, cual espejismos diviso las islas de Asia. A medida que nos acercamos, una nube gris y alada, formada por miles de ruidosos zarcillos sobrevuela los roquedales, delatando el arribo de intrusos.
La tranquilidad de estas islas es solo aparente. Ingresamos a un mundo cuya riqueza marina convoca a muchas especies animales de costumbres extraordinarias y formas fabulosas: percebes, anémonas, caracoles, conchas, erizos, estrellas de mar y muchos otros invertebrados que se aferran a cada espacio de los acantilados donde anidan chuitas y dos clases de piqueros, y golpea bravamente el oleaje, indómito y hostil.
Aquí es donde la Corriente de Humboldt deja sentir su verdadera fuerza y frialdad –con temperaturas promedio de 13° C a 14° C, entre mayo y octubre, y de 15° C a 17° C entre noviembre y abril– como un río submarino que discurre de sur a norte, trayendo aguas antárticas y el plancton, que induce el milagro de la vida. Para resumir su riqueza, basta mencionar que más de 30 especies de delfines y ballenas y aproximadamente 300 variedades de peces, acompañan a esta corriente en su tránsito por el mar de Asia.
Este mundo acuático, frío y pétreo, de cuevas como catedrales cavadas por el tiempo y el océano, es el hogar de los elusivos chungungos o gatos marinos, mamíferos en franca vía de extinción, de finísimo pelaje y de grandes habilidades subacuáticas.
Pingüinos de Humboldt viven en colonias focalizadas en pequeñas cuevas escarbadas al borde del abismo, donde nidifican. Durante la época de muda del plumaje permanecen fuera del mar sin alimentarse, consumiendo sus reservas de energías y, por ende, exponiéndose a las agresiones de los depredadores. Su sentido de responsabilidad debería ser imitado por muchos humanos: las parejas se turnan para empollar sus huevos con devoción, mientras que otros se agrupan en las rocas y se lanzan de panza sobre las olas para nadar con celeridad.
El pingüino de Humboldt, propio del Perú y Chile, y el de las islas Galápagos, son las únicas dos especies que viven lejos de la presencia de los eternos hielos polares.
Se suman a esta particular fauna dos especies de lobos marinos: el chusco, de solo un pelo por poro; y el fino, de dos. La torpeza en tierra, característica de estos pinnípedos, contrasta notablemente con la destreza de sus movimientos en el agua, donde se convierten en grandes pescadores de chitas, lenguados, cabrillas, merluzas, pulpos y calamares. Notables curiosos, inofensivos para el hombre, su población se ha visto mermada por el calentamiento de las aguas, producto de la reciente Corriente del Niño.
Amanece. Más de 100 mil piqueros, guanayes y alcatraces agitan sus plumajes y parten en pos de cardúmenes de anchoveta. La isla de Asia va quedando al descubierto en minutos, ocre y solitaria.
Atendiendo al poderoso llamado de la naturaleza, innumerables aves guaneras caen como una lluvia de flechas, ávidas de peces que perturban febrilmente la superficie marina. Mientras tanto, una familia numerosa de delfines nada en círculos cerrados, sumándose al festín.



Toda esta fauna alrededor de las islas del guano muestra el complejo sistema de vida que se origina bajo la influencia de la fría Corriente de Humboldt, o Corriente Peruana, que trae de las profundidades masas de microorganismos generadores de una intensa cadena de vida al filo de uno de los desiertos más extensos y secos que existen en el planeta.


Alejandro Balaguer Especial para La Prensavivir+@prensa.com


Arrecifes de coral

Representan el esplendor de la vida marina. Son monumentos naturales vivos de muy lento crecimiento y sumamente frágiles que están siendo impactados por las actividades humanas.
Los arrecifes de coral constituyen uno de los ecosistemas más ricos y espectaculares del planeta. La gran biodiversidad que se encuentra en ellos les ha ganado el mote de "selvas del mar". Entre las miles de especies que los forman y habitan se encuentran representados todos los grupos de organismos marinos existentes.
México tiene arrecifes coralinos en sus aguas del océano Pacífico, del Golfo de México y del Mar Caribe en la península de Yucatán. En esta última zona, el arrecife forma una barrera discontinua de casi mil kilómetros de longitud que se prolonga hasta Honduras. Es la segunda más grande después de la Gran Barrera de Arrecifes de Australia.
Una arquitectura fantástica
Los arrecifes de coral son colonias formadas por pequeños animales, llamados pólipos. Dentro del tejido del pólipo hay una población de algas que viven en asociación de mutuo provecho (simbiosis) con el coral: el pólipo provee de protección a las algas y éstas, a su vez, proveen de alimento y oxígeno al coral.
A lo largo de miles de años, los esqueletos de los pólipos se convierten en formaciones rígidas, aunque frágiles, de diversos colores y de muchas formas. Los corales presentan escasa resistencia a los impactos humanos y tardan muchos años en recuperarse. La salud de los organismos del arrecife no sólo depende de la luz y la temperatura (crecen en aguas cálidas), sino también de las características químicas del agua: la cantidad de oxígeno, la salinidad y la transparencia.
Hoy en día, estos hermosos ecosistemas están en problemas. Nuestros arrecifes están amenazados por la contaminación, la destrucción de los manglares, la erosión del suelo, la sobrepesca, los excesos en el turismo marino y el cambio climático global.
Contaminación por petróleoLos derrames de petróleo afectan la tasa de crecimiento y los sistemas de reproducción de los corales. Este impacto se ve agravado por los dispersantes utilizados después de un derrame, ya que aumentan las amenazas y pueden hasta matarlos. Los escurrimientos de combustible de los barcos también les causa daño: en 1998, el barco Emily Cheremie destruyó más de 400 metros de arrecife frente a las costas de Quintana Roo.
Cambio del clima globalLa respuesta de estos ecosistemas ante el cambio climático se conoce como blanqueado del coral. Cuando enfrentan un extremo y prolongado estrés por el calentamiento de las aguas tropicales, el coral expele las algas que viven en sus tejidos, con lo cual pierde su color natural y adquiere uno blancuzco. Al perder su asociación con las algas, el coral muere.
En sentido opuesto, los corales absorben el CO2 disuelto en el agua y lo incorporan a los arrecifes. De esta manera, contribuyen a reducir las acumulaciones de este compuesto en la atmósfera y disminuyen los riesgos del calentamiento global.
Turismo
El crecimiento de la actividad turística ha dañado a los arrecifes con las descargas de aguas negras y la contaminación tóxica. Los barcos que tiran las anclas en los arrecifes o que encallan, pueden destruir un coral de más de cien años de edad en cuestión de segundos. Buzos descuidados pueden tocar y romper el coral; los turistas son también responsables del enorme crecimiento del comercio de curiosidades marinas, en especial de especies amenazadas como el coral negro.
Además de ser un hábitat insustituible, los arrecifes son rompeolas naturales que se auto reparan y protegen el litoral, sin costos para el hombre. Los arrecifes de coral proveen alimento y protección para un sinnúmero de criaturas marítimas, como erizos, tortugas de carey, cangrejos, langostas y un largo etcétera. Alteraciones tanto naturales como realizadas por el hombre pueden afectar la compleja cadena alimenticia que se ha desarrollado alrededor del arrecife.
Para poder enfrentar estos problemas y proteger a los arrecifes, debemos seguir actuando. Greenpeace trabaja por la protección de los arrecifes de coral a través de una combinación de esfuerzos locales, regionales e internacionales. Tú puedes ser parte de este esfuerzo. Asóciate a Greenpeace ahora para que sigamos trabajando en defensa de los ecosistemas.