Anoche seguían activos 20 de los 140 incendios que se desataron en Cantabria

Desde la una de la tarde del sábado hasta última hora de la noche de ayer se han producido en Cantabria nada menos que 140 incendios, veinte de los cuales aún permanecían activos anoche. Salvo Campoo, Valderredible y Liébana, de momento a salvo del fuego, las demás comarcas de la región han padecido a lo largo de este fin de semana las consecuencias de la combinación de las imprudencias, el viento sur y los pirómanos. Según la dirección de Montes del Gobierno de Cantabria, la mayoría de estos incendios han sido provocados, y pone por ejemplo el incendio de Lamasón, que llegó a presentar hasta ocho focos a la vez.Anoche las llamas aún eran visibles en una veintena de lugares, localizados en los municipios de Mazcuerras, Cabuérniga, Selaya, Cieza, Arenas de Iguña, San Felices de Buelna, Corvera de Toranzo, Luena, San Pedro del Romeral, Vega de Pas, Villacarriedo y Castro Urdiales.Formaban el operativo de extinción cuadrillas de la Dirección de Biodiversidad, técnicos del departamento y agentes del medio natural con el apoyo de los Parques de Emergencia de protección Civil y tres helicópteros: uno especial, un 'Kmov'. aparato de última generación en la lucha contra incendios cedido por el Ministerio de Medio Ambiente; el de la Brif de Ruente y el perteneciente al 112. El operativo tuvo que redoblar esfuerzos porque llegaron a darse hasta viente incendios a la vez.Pese a la profusión de incendios, la Consejería de Desarrollo Rural no se ha visto en la necesidad de activar Plan Especial de Protección Civil (Infocant) porque las llamas siempre han estado muy alejadas de los núcleos habitados y no fue necesario proceder a ninguna evacuación de personas. Ayer estaba sin cuantificar el número de hectáreas afectadas por esta nueva ola de incendios, fuegos que, por otra parte, han afectado en su mayoría a zonas de arbolado y vegetación de monte bajo. El más grave, según fuentes de la dirección de Montes en un primer balance provisional, ha estado en Celis, donde el fuego ha calcinado una extensión de 15 hectáreas cubiertas de encinas.